La relación militar entre China y Tanzania, iniciada en 1964, ha evolucionado hasta convertirse en un caso excepcional en el continente africano. Más del 90 % del armamento tanzano proviene de China, y su doctrina militar se inspira directamente en el Ejército Popular de Liberación (EPL) chino. Esta alianza ha resistido décadas de cambios geopolíticos, consolidándose como una de las más sólidas y duraderas de África.
Según el Africa Centre for Strategic Studies, este vínculo singular no tiene equivalente en el continente. China no solo entrenó al Ejército tanzano desde sus orígenes, tras una crisis interna, sino que también construyó instalaciones clave como bases aéreas, navales y academias militares. Esta cooperación se refuerza con maniobras conjuntas frecuentes, la más reciente en 2024 con despliegues masivos en tierra y mar.
Expertos como David Shinn y Tim Zajontz señalan que, pese a los intentos chinos de ampliar su influencia militar en África, ningún país iguala el grado de confianza, dependencia y continuidad que ofrece Tanzania.
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