
La selección Sub-20 de Marruecos firmó una gesta histórica al clasificarse para la final del Mundial de la categoría tras vencer a Francia en una eliminatoria épica resuelta en los penaltis. El equipo norteafricano logró un empate 1-1 en el tiempo reglamentario y se impuso 5-4 desde los once metros, sellando un pase que eleva su nombre a la élite del fútbol juvenil internacional.
El encuentro, disputado en Valparaíso, fue un pulso de alta intensidad entre dos estilos opuestos: la solidez marroquí frente al control francés. Los “Leones del Atlas” se adelantaron antes del descanso con una acción forzada que descolocó a la defensa rival. Francia reaccionó en la segunda mitad, pero no logró romper la muralla táctica planteada por el seleccionador marroquí.
En la tanda definitiva emergió la figura inesperada del guardameta Abdelhakim El Mesbahi, suplente habitual, que detuvo el lanzamiento decisivo con una serenidad impropia de su edad. Su intervención convirtió la noche en una celebración nacional y desató la euforia en Casablanca, Rabat y Tánger, donde miles de aficionados siguieron el partido en pantallas gigantes.
El logro sitúa a Marruecos en un grupo muy reducido de naciones africanas que han alcanzado una final mundial Sub-20. Hasta ahora, solo Ghana y Nigeria lo habían conseguido, pero nunca un equipo del norte del continente.
El rival en la final será Argentina, que llega lanzada tras imponerse a Colombia. Más allá del resultado que depare el próximo domingo, Marruecos ya ha dejado una huella imborrable: la de un país que ha aprendido a competir con alma, disciplina y una fe inquebrantable en su fútbol.
Fuente: moroccoworldnews.com;