
Una nueva campaña internacional busca desmontar viejos prejuicios: África no es un riesgo financiero, sino un espacio fértil para generar valor y futuro compartido.
El mensaje llega acompañado de datos alentadores. El continente concentra algunas de las economías con mayor crecimiento del mundo, impulsadas por infraestructuras, innovación tecnológica y una población joven en constante expansión.
Los promotores recuerdan que más del 60% de los africanos tiene menos de 25 años. Esa juventud convierte al continente en un laboratorio natural de emprendimiento, energía creativa y consumo emergente.
Los avances en energías renovables, telecomunicaciones y agricultura inteligente confirman que África está preparada para atraer capital con retornos competitivos. Cada vez más fondos internacionales detectan allí oportunidades que superan las expectativas tradicionales.
La narrativa del riesgo, sostienen, ha sido alimentada por percepciones externas. Sin embargo, los indicadores muestran estabilidad creciente en numerosos países y proyectos estratégicos que garantizan un horizonte sólido.
Invertir en África significa apostar por un continente que ya no quiere ser visto como un desafío, sino como un socio imprescindible en la economía global del siglo XXI.
Fuente: afdb.org; africarenewal.un.org