
Un grupo de artistas de la República Democrática del Congo ha transformado la gestión de residuos en un movimiento creativo con fuerte carga social.
En 2018 fundaron Ndaku ya la Vie est Belle, iniciativa que recupera materiales desechados para darles nueva vida en forma de esculturas y vestuarios.
Con estas creaciones recorren barrios de Kinshasa, organizando desfiles que combinan espectáculo artístico y denuncia sobre el consumo desmedido y la ausencia de políticas efectivas de reciclaje.
Las piezas, elaboradas con plásticos, chatarra o restos textiles, buscan sensibilizar a la población sobre el impacto de los desechos urbanos en la vida cotidiana.
El movimiento no se limita a los desfiles: también impulsa talleres y actividades que promueven la participación vecinal y fomentan la creatividad colectiva.
De esta manera, el arte se convierte en un medio de resistencia, denuncia y unión comunitaria frente a uno de los mayores desafíos ambientales del país.
Fuente: @econewses