Miles de jóvenes senegaleses arriesgan sus vidas cada año en la peligrosa travesía por mar hacia las Islas Canarias, impulsados por la falta de oportunidades, la presión social y la ilusión de una vida mejor en Europa.
La crisis pesquera, agravada por la sobreexplotación extranjera y el cambio climático, ha dejado pueblos enteros sin sustento. Pese a las promesas del nuevo gobierno de Senegal de crear empleo y frenar la emigración, las salidas continúan en aumento.
Las mujeres, madres, esposas y hermanas, quedan atrás, viendo cómo sus seres queridos parten sin garantías de regreso, bajo el lema desesperado: “Barcelona o muerte”. Tracy McVeigh lo cuenta en The Guardian.

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