Si tuviera que regresar al continente africano por primera vez, no lo dudaría: optaría por Gambia. Un país cercano, alegre, firmemente anclado en sus costumbres y lo suficientemente extenso como para explorar durante varios días. El río, que da nombre al país, simboliza todo: una fuente de alimento para la pesca, el lugar de encuentro comunitario para las labores del hogar, los juegos de atardecer para los pequeños y unos asombrosos parajes naturales que acogen una gran diversidad de fauna silvestre. En Gambia no hay valles ni montañas; todo es llanura, donde únicamente las copas de los baobabs, considerados árboles…
LO ÚLTIMO
- Autonomía
- Youssou Ndour deslumbra en el MET de Nueva York junto a Angélique Kidjo
- Manglares sostenibles para transformar Inhambane
- 50 años de la CEDEAO
- Fallece Ngũgĩ wa Thiong’o, referente de la literatura africana
- La dignidad de la reparación a los países africanos
- Avances del programa Tierra Firme en Senegal
- Valientes: música y teatro contra la trata
martes, 3 junio