
El viejo sueño de unir España y Marruecos bajo el Estrecho de Gibraltar ha dejado de ser un simple proyecto sobre planos para convertirse en una apuesta política y técnica en firme. El plan contempla un túnel ferroviario de más de 38 kilómetros que enlazaría Tarifa con Tánger y situaría al sur peninsular en el centro de una de las mayores obras de ingeniería de este siglo.
La reactivación de los estudios, tras décadas de pausas e incertidumbres, ha dado paso a nuevos contratos de investigación geológica y tecnológica. Las perforaciones en la zona del llamado Umbral del Estrecho buscan confirmar la viabilidad del trazado submarino, donde la presión del agua, la actividad sísmica y las corrientes marinas son desafíos de primer orden.
Según fuentes del sector, el diseño incluye tres galerías: dos dedicadas al tránsito ferroviario de pasajeros y mercancías y una tercera destinada a emergencias y sistemas de apoyo. El modelo replicaría la experiencia del Eurotúnel bajo el Canal de la Mancha, pero con complejidades añadidas por la profundidad y las características del terreno.
El calendario sigue siendo incierto, aunque los responsables españoles y marroquíes reconocen que la obra podría prolongarse hasta dos décadas. Las estimaciones más optimistas hablan de una inauguración a mediados de la próxima década, mientras que otras voces sitúan su finalización más cerca de 2040.
Más allá de las fechas, la conexión promete alterar la geografía económica del Mediterráneo occidental. Integrar las redes ferroviarias del Magreb con las europeas abriría un corredor directo entre ciudades como Madrid, París, Rabat y Casablanca. Además, facilitaría un flujo más ágil de mercancías, reduciendo costes logísticos y ofreciendo nuevas oportunidades para la inversión transfronteriza.
La magnitud del proyecto no se limita a la ingeniería: supone también un movimiento estratégico de cooperación internacional. Si finalmente se materializa, el túnel del Estrecho no solo acortará distancias físicas, sino que también redefinirá la relación política y comercial entre ambos continentes.
Fuente: yabiladi.com; constructionreviewonline.com