
El Día de Género de la Semana del Clima de África, celebrado en Adís Abeba, puso de relieve las demandas de mujeres y colectivos feministas en materia de justicia climática. Las participantes exigieron acceso directo a la financiación y apoyo a soluciones locales que conecten la lucha contra el cambio climático con los derechos de las mujeres.
En el encuentro se denunció que millones de africanas dedican largas horas a recoger agua o leña, una carga agravada por la degradación ambiental y la falta de infraestructuras. Este trabajo no remunerado limita su acceso a la educación, el empleo y la participación política.
La exclusión energética constituye otro reto urgente. Seiscientos millones de personas carecen de electricidad en el continente, situación que impacta especialmente en las mujeres. Muchas dependen de estufas rudimentarias de carbón o leña, lo que provoca enfermedades respiratorias y reduce aún más sus oportunidades.
Los datos reflejan que África aporta menos del 4% de las emisiones globales, pero sufre severamente los efectos del calentamiento: sequías, inseguridad alimentaria y degradación forestal. En este contexto, las mujeres lideran proyectos de agricultura regenerativa, energía solar y conservación comunitaria, demostrando su papel clave en la adaptación climática.
Sin embargo, el déficit de financiación es crítico. El continente necesitaría unos 250.000 millones de dólares anuales para mitigación y adaptación, pero recibe una fracción mínima. ONU Mujeres advirtió que los actuales mecanismos de acceso resultan demasiado complejos para las organizaciones locales.
La representante senegalesa Doris Mpoumou subrayó la urgencia de simplificar los procesos y garantizar que los fondos lleguen a las comunidades. También defendió que las mujeres africanas participen plenamente en la toma de decisiones, desde el diseño de políticas hasta su ejecución, para que las respuestas climáticas reflejen sus realidades.
Fuente: resumenlatinoamericano.org