
China está reforzando su presencia militar en África a través de nuevos acuerdos y una mayor cooperación con los ejércitos del continente. Aunque su implicación en materia de seguridad era limitada hace dos décadas, ahora forma cada año a miles de oficiales africanos y se ha consolidado como uno de los principales proveedores de armamento, desde vehículos blindados hasta aviones de transporte militar.
Las maniobras conjuntas también se han intensificado. Recientemente, fuerzas chinas han participado en grandes ejercicios militares junto a Tanzania, Mozambique y Egipto, marcando algunos de los mayores despliegues de sus tropas en suelo africano. Paralelamente, China mantiene desde hace años presencia naval en el Golfo de Adén y ha organizado múltiples intercambios y visitas formativas para oficiales africanos en instituciones militares chinas.
Esta creciente presencia suscita inquietudes en ciertos sectores africanos, que temen que el modelo de cooperación chino favorezca a gobiernos autoritarios y debilite los derechos civiles. Además, la falta de controles estrictos en la venta de armas ha permitido que parte de ese material termine en conflictos internos o sea utilizado contra opositores políticos, abriendo el debate sobre las consecuencias de la expansión militar de Pekín en África.
Fuente: africacenter.org, scmp.com, eh4s.eu