
El Gobierno de Senegal ha dado un paso decisivo en la modernización de su economía con la aprobación del nuevo Código de Inversiones y del Código General de Impuestos. Estas dos normas reconfiguran por completo el entorno fiscal y regulatorio, con el propósito de atraer capital extranjero, favorecer la producción nacional y consolidar la posición del país como polo industrial de África Occidental.
El nuevo marco sustituye al código vigente desde 2004 e introduce un sistema de incentivos más claro y adaptado a las exigencias de la economía global. Entre las principales medidas destacan las exenciones de derechos de aduana y la suspensión del IVA para la adquisición de equipos y materiales productivos durante la fase de implantación de los proyectos. Además, el plazo de disfrute de estos beneficios se amplía en las regiones del interior, una apuesta por descentralizar el crecimiento y equilibrar el desarrollo territorial.
Una de las novedades más esperadas es la creación de una ventanilla única digital que centraliza y agiliza los trámites administrativos. Con esta herramienta, las solicitudes de inversión podrán resolverse en un máximo de diez días laborables. El texto también introduce un sistema de incentivos graduado según la ubicación y el tipo de actividad, e incorpora criterios de contenido local que garantizan la participación de las pymes senegalesas en las cadenas de valor.
El Código General de Impuestos, por su parte, simplifica los procedimientos y digitaliza el pago de tributos. La reforma busca una fiscalidad más previsible, coherente con los estándares internacionales y favorable a la innovación. Las empresas que apuesten por la transformación industrial, la exportación o la implantación en zonas de alto potencial podrán beneficiarse de reducciones específicas, lo que refuerza la competitividad del país dentro de la CEDEAO.
El Ejecutivo senegalés complementa estas medidas con un programa de desarrollo de parques industriales y zonas económicas regionales. Estas áreas contarán con terrenos preparados y disponibles mediante contratos de larga duración, facilitando el acceso al suelo productivo. El objetivo final es que cada inversión contribuya no solo al crecimiento, sino también a la creación de empleo, la transferencia de conocimiento y la transformación local de recursos.
Con estas reformas, Senegal consolida un modelo económico orientado hacia la soberanía productiva y la diversificación. El nuevo marco legal no solo busca atraer capital, sino generar un entorno de confianza y estabilidad que convierta al país en un referente regional de industrialización y desarrollo sostenible.
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Fuente: finances.gouv.sn; lesoleil.sn
