En los últimos años, la población extranjera ha desempeñado un papel decisivo en la evolución del mercado laboral español. Según un análisis publicado por el Banco de España, el crecimiento del empleo desde 2019 se ha concentrado en su mayoría en trabajadores de nacionalidad extranjera, que han contribuido de forma destacada a compensar los efectos del envejecimiento demográfico y el estancamiento de la población activa nacional.
El estudio señala que esta aportación ha sido especialmente relevante en sectores con alta demanda de mano de obra, como la hostelería, la agricultura y los cuidados, donde los trabajadores extranjeros presentan una participación creciente. Además, el informe advierte sobre la necesidad de políticas que faciliten la integración laboral de estos colectivos y promuevan una gestión eficaz de los flujos migratorios, en un contexto en el que el dinamismo del empleo podría depender, en buena parte, de esta fuente de crecimiento poblacional.