La retirada progresiva de Estados Unidos de su liderazgo en la ayuda internacional, con recortes significativos al presupuesto de la USAID, deja un vacío que preocupa a muchos países africanos. Con un presupuesto anual que superaba los 40.000 millones de dólares, esta agencia financiaba tanto ayuda humanitaria como proyectos de desarrollo. Su repliegue pone en riesgo avances cruciales en salud y bienestar social, y aunque la Fundación Bill Gates ha aumentado su aportación, la brecha sigue siendo inmensa.
Ante este escenario, nuevos actores emergen en el panorama de la cooperación internacional. Países del Golfo como Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos están incrementando su influencia financiera en África, una tendencia que se refleja en la reciente elección de Sidi Ould Tah, ex presidente de la Banque Arabe de Développement en África, al mando de la Banque Africaine de Développement. Thomas Melonio, economista jefe de la Agencia Francesa de Desarrollo, analiza en esta entrevista los retos y las posibles soluciones para compensar la reducción estadounidense.