Un grupo de 40 jóvenes congoleños ha alzado la voz desde Bukavu, en la provincia de Kivu del Sur, para denunciar la responsabilidad de las grandes potencias en el conflicto armado que desangra el este de la República Democrática del Congo. En una carta enviada a la Agencia Fides, acusan a países extranjeros de alimentar las guerras a través del apoyo indirecto al grupo rebelde M23, respaldado por Ruanda, y del saqueo sistemático de recursos minerales como el coltán y el oro.
Los jóvenes señalan que, bajo el pretexto de ayuda humanitaria, estas potencias obtienen beneficios económicos mientras permiten la violencia y la explotación. Piden que cesen los ataques y el expolio de los recursos naturales, y exigen que no se compren minerales “manchados con sangre congoleña”.
Además de la denuncia, el mensaje es también un llamado a la paz, la unidad y la esperanza. Invitan a la juventud congoleña a no dejarse vencer por el miedo ni vender su país. «Juntos sabremos cómo hacer que los invasores regresen a su tierra», concluyen.
El comunicado se suma a las crecientes demandas internacionales por un alto el fuego, respeto a la soberanía congoleña y el fin de décadas de conflicto que han dejado miles de desplazados y una grave crisis humanitaria.

Fuente: fides.org 05/04/2025