
En Kenia, una joven ingeniera ha logrado convertir la contaminación plástica en oportunidad, desarrollando bloques de pavimento elaborados a partir de residuos que nadie reciclaba.
La empresa Gjenge Makers, creada por la ingeniera de materiales Nzambi Matee, produce cada día centenares de piezas coloridas que sustituyen al hormigón tradicional, ofreciendo mayor resistencia y un precio competitivo para proyectos urbanos.
El proceso combina plásticos triturados con arena, sometidos a calor y presión, creando un material sólido y ligero que no requiere agua ni cemento en su fabricación.
Además de reducir la basura que acaba en vertederos, la iniciativa ha generado empleo en comunidades locales y fomenta una construcción más sostenible y accesible.
Con este modelo, Nairobi se perfila como referente en innovación ambiental, mostrando cómo la creatividad africana puede transformar un problema global en soluciones prácticas y duraderas.
Fuente: unep.org; euronews.com