
África se prepara para un salto tecnológico sin precedentes. Según proyecciones de Microsoft, la expansión de la inteligencia artificial podría generar hasta 230 millones de empleos en la próxima década, posicionando al continente como el nuevo eje del crecimiento digital mundial.
El informe de la compañía subraya que esta transformación solo será posible si los países africanos logran coordinar sus políticas públicas con la inversión privada, el sistema educativo y la infraestructura tecnológica. La tecnología por sí sola no bastará: hacen falta estrategias conjuntas que garanticen inclusión digital, conectividad y formación profesional.
Microsoft advierte que la falta de planificación y los esfuerzos dispersos siguen lastrando el potencial del continente. Sin una hoja de ruta común, los avances en inteligencia artificial podrían concentrarse en pocas regiones y acentuar las desigualdades. Por ello, la compañía propone una alianza regional que integre gobiernos, universidades y empresas en un ecosistema digital abierto y sostenible.
Entre los ejemplos citados destaca el caso de Kenia, donde un programa estatal de capacitación en IA y ciberseguridad ha formado a miles de funcionarios públicos. Este modelo, que combina enseñanza en línea con talleres presenciales, se presenta como una base sólida para replicar en otros países. Nigeria, por su parte, ya canaliza fuertes inversiones en centros de datos y servicios de IA, marcando el camino hacia una economía más diversificada.
El sector privado también se perfila como protagonista. Las más de 40 millones de micro y pequeñas empresas que operan en África subsahariana podrían multiplicar su productividad si integran herramientas de inteligencia artificial en sus operaciones cotidianas. Iniciativas de formación técnica y asesoramiento empresarial ya comienzan a emerger en colaboración con entidades locales.
Para Microsoft, el desafío más decisivo será la educación. Rediseñar los programas académicos para incluir competencias digitales y de IA desde etapas tempranas permitirá que la población joven —el mayor recurso del continente— impulse una revolución tecnológica africana hecha a su medida. Si el continente logra coordinar sus pasos, podría convertirse no solo en usuario de la inteligencia artificial, sino en uno de sus grandes innovadores.
Fuente: microsoft.com; blazetrends.com; diariobitcoin.com
