
El presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para implicarse activamente en la defensa del medio ambiente y el patrimonio forestal del país. Durante el Consejo de Ministros celebrado el pasado 16 de julio, el jefe del Estado anunció la celebración de una gran jornada nacional de reforestación el próximo 3 de agosto.
La iniciativa, que llevará por lema “Reforestación, soberanía alimentaria y desarrollo territorial sostenible”, busca promover una cultura del árbol como elemento clave para el desarrollo económico y ecológico del país. El Gobierno quiere convertir esta jornada en una cita anual que movilice tanto a instituciones como a comunidades locales.
El baobab y el manguier han sido designados árboles simbólicos de esta primera edición. La elección no es casual: ambas especies representan no solo parte del patrimonio natural de Senegal, sino también una fuente de vida, sombra y alimento en numerosas regiones rurales.
Entre las medidas anunciadas, destaca la creación de un programa nacional de sensibilización y apoyo al replantado, que contará con la participación activa de jóvenes, escuelas, administraciones locales y actores del sector privado. El objetivo es frenar el avance de la deforestación y restaurar los ecosistemas degradados.
La jornada del 3 de agosto se enmarca también en el proyecto panafricano de la Gran Muralla Verde, al que Senegal contribuye desde hace años. La estrategia busca luchar contra la desertificación en el Sahel mediante la recuperación de millones de hectáreas de tierras áridas.
Con este nuevo impulso, el Gobierno senegalés pretende consolidar su política ambiental y sentar las bases de un modelo de desarrollo más resiliente, sostenible y respetuoso con los recursos naturales del país.
Fuente: lanouvelletribune.info; allafrica.com