
Simon Petrus, un estudiante de 19 años originario de Namibia, ha sorprendido al mundo al presentar un prototipo de teléfono móvil que funciona sin tarjeta SIM ni conexión a redes tradicionales. Su dispositivo utiliza frecuencias de radio para realizar llamadas, lo que, en teoría, permitiría comunicarse en zonas remotas donde las infraestructuras de telecomunicaciones son inexistentes. El invento ha sido aclamado en su país como un símbolo del ingenio juvenil africano.
Sin embargo, no todo el mundo comparte el entusiasmo. En redes sociales, numerosos usuarios han cuestionado la verdadera novedad del aparato, señalando similitudes evidentes con los tradicionales walkie talkies o radios de onda corta. Algunos comentarios ironizan sobre el supuesto avance tecnológico, argumentando que se trata de un invento conocido desde hace décadas. Otros, sin negar el mérito, destacan la falta de comprensión sobre cómo funcionan realmente las tecnologías inalámbricas.
Más allá del debate técnico, la historia de Petrus pone el foco en las desigualdades en acceso a la tecnología y la importancia de fomentar la creatividad local. Aunque su invento no revolucione la industria móvil como algunos sugieren, sí ha conseguido abrir una conversación global sobre la innovación en contextos con menos recursos. Y eso, ya es significativo.
Fuente: cerebrodigital.net, empress.com