
En la bahía de Inhambane, Mozambique, la Cooperativa Khessani impulsa un proyecto pionero que combina conservación ambiental, desarrollo económico y equidad de género. Bajo el liderazgo de la Fundación Mujeres por África, en colaboración con Duna Lodge y con el respaldo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), esta iniciativa apuesta por la acuicultura sostenible como herramienta de progreso local.
El programa mejora la seguridad alimentaria en el distrito de Jangamo, empodera económicamente a las mujeres y promueve un modelo de turismo respetuoso con el entorno. La protección de los manglares se convierte así en un eje de transformación social y ecológica, con un enfoque replicable en otras regiones costeras gracias al papel protagonista de las comunidades locales y, en especial, de las mujeres.
Fuente: @mujeresxafrica